UPyD muestra su malestar ante "el evidente deterioro de las relaciones entre el Ayuntamiento y la Cofradía de la Cruz"

Unión, Progreso y Democracia en Caravaca de la Cruz (UPyD), ante el evidente deterioro de las relaciones entre instituciones tan importantes como son Ayuntamiento y Cofradía de la Cruz, quiere hacer llegar a ambas su malestar por esta situación, y llaman a la cordura y responsabilidad de las personas que las dirigen por el bien del pueblo y el buen nombre de Caravaca en este especial Año 2010, Año Santo Jubilar.

También, y ante las noticias que nos llegan de los diferentes medios de comunicación y el sentir de la gente de esta ciudad con respecto a los diferentes clubes deportivos de la elite nacional (voleibol, futbol y futbol sala), y su posible desaparición en este año 2010, UPyD, que siempre ha manifestado su apoyo incondicional a estas asociaciones deportivas que tan buen trabajo han desarrollado por el engrandecimiento del deporte local y el nombre de Caravaca, MANIFIESTA que sería una pérdida irreparable dicha desaparición, no solo por lo que representan dichos clubes para Caravaca, sino porque con ello se está mermando la actividad deportiva de base en nuestra ciudad, donde muchos jóvenes se ven representados por estos equipos y sus jugadores como “reflejo” de superación deportiva, algo que en estos tiempos que corren debe ser una  prioridad para nuestros gobernantes. Pedimos pues a nuestro Ayuntamiento un último esfuerzo para que Caravaca no pierda el “tren del deporte” que con tanto esfuerzo y sacrificio han conseguido un grupo de personas durante estos últimos años en pro del deporte en Caravaca.

Por último, manifestar nuestro malestar por la discriminación absurda por parte de la Consejería de Cultura y de los responsables de nuestro Ayuntamiento, por la desaparición del ciclo de música “A la Luna de Barranda”, ciclo este que se había ganado por derecho propio un hueco en la actividad cultural tan escasa por otro lado en nuestro termino municipal. Una vez más nuestras pedanías son castigadas relegándolas a ser  “ciudadanos de tercera”.

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