Finalizan las fiestas de la Stma. y Vera Cruz con una multitudinaria procesión para trasladar a la Patrona a su Basílica

La comisión de Festejos hace un balance positivo de estos días festivos La Sagrada Reliquia regresa hoy al Santuario tras permanecer fuera de su lugar de culto habitual durante el festejo

La Cruz de Impedidos ha recorrido esta mañana los hogares de enfermos y ancianos, que se mostraban visiblemente emocionados tras adorar a la Patrona. La Junta Representativa de la Cofradía, encabezada por el Hermano Mayor, José Luis Castillo, una representación de los tradicionales ‘armaos’ –que son los encargados de custodiar a la Reliquia-, los voluntarios del palio y un nutrido grupo de acompañantes, conformaban la comitiva que se desplazó para ofrecer la adoración de la Stma. Cruz a los enfermos y para devolverles el consuelo y la esperanza a través de la fe que sienten hacia la Reliquia.

Tras estos cinco días de fiestas, el balance que realiza la Comisión de Festejos es muy positivo, ya que considera que los actos se han desarrollado según lo previsto, la afluencia de personas ha sido multitudinaria y, además, la ciudad ha gozado de una climatología excelente durante todos los días del festejo.

La Sagrada Reliquia ha partido a las seis de esta tarde de la parroquia de El Salvador, donde ha permanecido durante los días de fiesta, para regresar a la Basílica-Santuario, su lugar de culto habitual. La Procesión Final ha sido seguida por unas 3.000 personas e iba encabezada por los representantes de los bandos Moro, Cristiano, y Caballos del Vino. La Santísima y Vera Cruz iba escoltada por el grupo de ‘Armaos’, que marchaba junto a los representantes de la Cofradía de la Cruz y diversas autoridades civiles y eclesiásticas.

Tras la llegada de la Stma. Cruz a la Basílica-Santuario, tendrá lugar la Bendición de Caravaca y de sus campos, desde el mirador del Castillo, lugar que permite contemplar de forma privilegiada la ciudad y los territorios adyacentes.

El punto y final a las fiestas en honor a la Stma. y Vera Cruz lo pondrá, esta noche, la espectacular tronería de color y el tradicional trueno gordo desde lo más alto de esta ciudad: su Sagrada Fortaleza, el Castillo. Miles de personas observarán el Castillo de fuegos artificiales con el sentimiento de tristeza, porque han de esperar un año para enjaezar a sus caballos del Vino, para vestirse de Moros y Cristianos y, sobre todo, para acompañar a la Patrona por las calles de la ciudad, mostrando el sentimiento de orgullo hacia ella. La fe hacia la Stma. Cruz junto al esfuerzo e ilusión por preparar unas fiestas declaradas de Interés Turístico Internacional, harán más llevadera la espera para los caravaqueños y para todos aquellos que hacen posible el desarrollo del festejo.

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