Caravaca de la Cruz (Murcia), 10 ene (EFE).- El arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio María Rouco Varela, ha presidido hoy la ceremonia de apertura del Año Jubilar en honor a la Vera Cruz de Caravaca, una reliquia oriental, procedente de Jerusalén, y considerada un "lignum crucis", que apareció en 1231 cuando la ciudad era entonces dominio musulmán.
El Papa Juan Pablo II concedió en 1998 el Jubileo, con carácter perpetuo y cada siete años, al Santuario de la Vera Cruz de Caravaca, que en 2003 se incorporó al grupo de cinco ciudades santas del mundo, que formaban hasta entonces Jerusalén, Roma y las españolas Santiago de Compostela y Santo Toribio de Liébana.
La apertura de este año santo ha tenido que celebrarse en el interior del templo, en lugar de la explanada del santuario, por las bajas temperaturas de las últimas jornadas, aunque al final de la eucaristía sí se ha celebrado la exhibición de paracaidistas del Escuadrón de Zapadores del Ejército del Aire de la base de Alcantarilla.
La inauguración del Jubileo comenzó en torno a las 8;30 horas con la recogida, por parte de las autoridades, en el convento de las Madres Claras de una bandeja de flores para ofrecerla en su santuario a la Vera Cruz.
Una vez allí, el arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal ofició la eucaristía, que fue concelebrada por el titular de la Diócesis de Cartagena, Juan Antonio Lorca Planes, y por el obispo emérito, Javier Azagra.
En su homilía, Rouco Varela ha pedido que el Año Santo de Caravaca de la Cruz sea "un año rico y fecundo en evangelización", y ha llamado a la peregrinación a esta ciudad santa como forma de alcanzar la "verdadera gloria".
"La peregrinación representa y actualiza el itinerario espiritual de la conversión penitente del Señor", ha dicho el presidente de los obispos españoles antes de añadir que "se descubre en toda su verdad cual es la gloria a la que debe aspirar el hombre y cuales son sus frutos en su vida cristiana".
Para Antonio María Rouco Vareal, la experiencia del jubileo "no puede ser de más actualidad en este momento tan crítico por el que atraviesa la sociedad contemporánea, que interpela con tanta gravedad a la Iglesia convocada por Juan Pablo II y Benedicto XVI a una nueva evangelización".
Ha alertado sobre el resurgimiento del "mito del superhombre, que prescinde de la fe en un ser superior" y que, según el arzobispo, "ha vuelto revestido de nuevas formas y con reforzada influencia en la vida y sociedad de nuestros tiempos".
Así, ha aludido a la crisis económica y social como ejemplo de "la falsedad y debilidad de la nueva versión ideológica del superhombre" y ha apostado por "soluciones éticas, espirituales y teológicas de fondo".
El obispo de Cartagena ha procedido a la presentación de este segundo Año Santo, en la que ha destacado la trascendencia del Lignus Crucis para los creyentes y ha resaltado la "veneración de la cofradía de la Santísima y Vera Cruz, a la que le esperan 365 días de generoso trabajo".
Al acto, con el que se considera abierto el Año Jubilar 2010, han el presidente autonómico, Ramón Luis Valcárcel, el delegado del Gobierno en Murcia, Rafael González Tovar, el presidente de la Asamblea regional, Francisco Celdrán, el alcalde de la localidad, Domingo Aranda, así como diversos miembros de la Administración regional y las corporaciones locales.
El presidente autonómico, Ramón Luis Valcárcel, que ha participado en el ofertorio de la misa, cantada por la Escolanía de la Vera Cruz, ha pedido que este Año Jubilar "constituya la etapa más provechosa en el firme caminar por el sendero de la fe, haciendo crecer el espíritu de la solidaridad y acercándonos quienes padecen el dolor y la pobreza". EFE