La red de albergues de la Vía Verde de la Región de Murcia, compuesta por siete establecimientos localizados en Caravaca, Cehegín, Mula, Campos del Río, Albudeite, Alguazas y Bullas, ya está en funcionamiento. La inauguración de la red ha tenido lugar esta mañana en antigua estación de ferrocarril de Cehegín, con la presencia del consejero de Turismo, Pedro Alberto Cruz; el director general de Turismo, Enrique Ujaldón, los alcaldes de los distintos municipios que componen el Consorcio de las Vías Verdes de la Región de Murcia y el gerente del Consorcio, Juan Soria.
Cinco de estos Albergues (Campos del Río, Albudeite, Mula, Cehegín y Caravaca) aprovechan las antiguas estaciones del ferrocarril Murcia-Caravaca, y han sido recientemente rehabilitados. Los otros dos edificios son ejemplos de arquitectura contemporánea funcional e integrada en el paisaje urbano (Alguazas) y natural (Bullas).
La puesta en marcha de la red de albergues supone un paso más en la apuesta por el turismo sostenible, ya que recupera antiguos edificios en desuso y dota de más infraestructuras a la Vía Verde como elemento revitalizador del turismo de peregrinación. El titular de Turismo del Gobierno murciano destacó el potencial turístico de la Vía Verde que "se va a seguir explotando" gracias a la próxima conexión con Jumilla "a fin de conectarla con todo el camino de la Vera Cruz" y que "supondrá una entrada de aquellos turistas nacionales que quieran atravesar la península de Norte a Sur". En este sentido, Cruz incidió en que el turismo rural y de naturaleza "es un gran producto" y que ahora, con esta red de albergues, "se materializa la apuesta del gobierno por el turismo natural".
Los siete albergues tienen en total 230 plazas, así la antigua estación de Caravaca cuenta con 24 plazas; Cehegín, 48 plazas; Bullas, 44 plazas; Mula, 28 plazas; Albudeite, 10 plazas; Campos del Río, 16 plazas y Alguazas, 60 plazas.
El albergue de antigua estación de Caravaca está situado al término de la Vía Verde y cuenta, en la planta baja, con un espacio común, destinado a sala de estancia o uso público. En la primera planta, se encuentran tres dependencias para dormitorios comunes con capacidad para unas 30 personas, con literas y taquillas, así como dos aseos con duchas. Igualmente, se ha restaurado el antiguo edificio de aseos, al que se ha incorporado un quiosco-bar, aseos y zona de juegos infantiles.
Inversiones en la Vía Verde
Desde 2008 la Consejería de Cultura y Turismo, a través del Consorcio Vía Verde de la Región de Murcia, ha destinado destinó más de cuatro millones de euros para el desarrollo de un red de albergues turísticos a lo largo de la Vía verde con el fin de potenciarla como Camino de Peregrinación a Caravaca de la Cruz y aumentar la oferta de alojamiento turístico en la zona. A los siete albergues hay que sumar la inversión realizada en la construcción del albergue El Llano de Caravaca de la Cruz.
La Vía Verde del Noroeste, que parte de un antiguo trazado ferroviario entre Murcia y Caravaca de la Cruz en desuso desde 1971, forma parte desde 1999 de uno de los ejes principales de la Red Verde del Mediterráneo occidental en la Región de Murcia.
La Vía Verde del Noroeste cuenta con un tipo de firme mixto a lo largo de sus 78 kilómetros, con tramos de asfalto y zahorra compactada; es utilizable por peatones, ciclistas, caballistas y personas con movilidad reducida; y cuenta con 13 áreas de descanso, 10 viaductos y 6 túneles.
Este itinerario, que atraviesa nueve municipios, ofrece además de la variedad de sus paisajes, una parte importante del patrimonio natural y cultural de la Región de Murcia con tres espacios naturales incluidos en la Red Natura 2000, un elevado número de lugares en sus inmediaciones o en el propio trazado, con la catalogación de Bien de Interés Cultural (BIC) y la distinción como conjuntos históricos de elevado valor cultural de los cascos históricos de Caravaca de la Cruz, Cehegín y Mula. Además la ciudad de Caravaca de la Cruz es un foco de turismo religioso cristiano, que se ha visto muy reforzado tras la concesión del Año Jubilar a perpetuidad cada siete años.