El pasado lunes día 3 de noviembre, se celebró en el Salón de Actos del Consistorio caravaqueño uno de los actos más vergonzosos y vergonzantes de la historia de Caravaca de la Cruz. Ya se presagiaba que la sesión iba a ser movida por el excesivo despliegue de efectivos policiales que, seguro que cumpliendo órdenes, y en un alarde de abuso de poder y sin motivo ni justificación alguna, no dudaron en cachear, registrar e identificar al numerosísimo público que previamente se había manifestado a las puertas del Ayuntamiento de manera democrática y ejemplar en apoyo de sus reivindicaciones, que no son otras que la "lucha contra la corrupción" que en los últimos años impera en la institución municipal caravaqueña.

Un Aranda demacrado, derrotado, sin convicción y totalmente fuera de sí, fue incapaz de dar la más mínima explicación a la relación cronológica y circunstanciada de hechos y alegatos que figuran en el "demoledor" auto dictado por el Juez de Instrucción número 6 de Murcia, en el que según el propio instructor "existen numerosos indicios racionales de criminalidad", cometidos por políticos y funcionarios del Excmo. Ayuntamiento de Caravaca de la Cruz y de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, transcribiéndose en dicha resolución decenas de casos y correos electrónicos en los que quedan muy mal paradas muchas personas, y sin que, Domingo Aranda, se refiriera a dichas cuestiones en ningún momento, pretendiendo, una vez más, eludir su responsabilidad, asumiendo la parte de culpa que le corresponda. Estoy totalmente seguro que ni Aranda, ni su nutrido grupo de "Concejales imputados", tan siquiera se habían leído la resolución judicial, pues no tiene explicación que no hubiese pretendido desvirtuarla, aunque hubiese sido por lo menos en alguna cuestión puntual. Ni eso.

Se desprende del análisis de la resolución dictada por el Juez Andrés Pacheco que desde la aprobación de la reclasificación del "Roblecillo", allá por el año 2004, al margen de las presuntas ilegalidades cometidas por los miembros de la Corporación Municipal y altos cargos y funcionarios de la Consejería de Medioambiete de la Comunidad Autónoma de aquella época, han sido otras muchas ilegalidades más las que se han venido produciendo através del paso de los años en nuestro Ayuntamiento; a saber, "Plan Especial de Ordenación Viaria en el Entorno del Acceso de la Autovía del Noroeste C-415 al Sur del Casco Urbano de Caravaca de la Cruz, año 2009; Plan Parcial Los Molinos, Sector UR-S17 de Caravaca de la Cruz, año 2010; Proyecto de Urbanización en el ámbito del Plan Especial Centro Multifuncional de la Cultura, año 2010; Modificación Puntual n° 1 del Programa de Actuación de la Junta de Compensación de la Unidad de Actuación CR4 Camino de Mayrena, años 2010, 2011 y 2012; Proyecto de Urbanización de la Unidad de Actuación 6.1 de Archivel en Caravaca de la Cruz, años 2012 y 2013; Plan Parcial Venta de Cavila, año 2010; etc...", y tantas otras que en su momento irán saliendo a la luz pública, una vez obre en el proceso judicial toda la documentación recabada por el Juez instructor que se deberá unir a la ya abundantísima documentación que obra en el expediente.

Esto no es más que sinónimo de "corrupción y de la trama corrupta que desde hace ya más de una decada viene imperando en nuestro Ayuntamiento", por mucho que algunos traten de ocultarlo. Y todo ello sin entrar en otros escándalos como los 9 millones de la UTE Caravaca, las basuras, Caravaca Jubilar, Campo de Fútbol, Glorieta, Auditorio, los más de 40 millones de deuda municipal, desaparición de vehículos del depósito municipal, gestión de multas de tráfico, prebendas, favores, obsequios... "Corrupción en estado puro".

Señor Aranda, vd. dice que no han hecho nada malo; lo que no han hecho es nada bueno; ¡¡¡Dimita ya!!!. Váyase de una vez y no manche más el buen nombre de Caravaca de la Cruz. Esta "preciosa Ciudad" -como vd. tantas veces dice- no puede permitirse el lujo de que un día sí y otro también, se esté hablando y se relacione con la corrupción, de hable de imputados por la comisión de los presuntos delitos de prevaricación, cohecho, tráfico de influencias, contra las administraciones públicas, contra la hacienda pública, falsedad documental...

Muestre un mínimo de decencia, pida perdón a los ciudadanos y márchese a su casa. El pueblo de Caravaca se lo agradecerá.