Candidata a concejal del PSOE, en el ayuntamiento de Caravaca de la Cruz
Cuando desde Cofradía se hicieron los trámites para pedir a la Santa Sede la concesión de un Año Jubilar "in Perpetuum" para la Stma. Y Vera-Cruz de Caravaca, se hizo con el objetivo de que nuestro municipio creciera en todos los sentidos, pero sobre todo para que el beneficio económico repercutiera en sus empresas, y por tanto en sus habitantes.
A los que tuvieron esta iniciativa les debe dar mucha pena que lo que para ellos era una gran oportunidad para Caravaca, otros la convirtieran en provecho particular a favor de sus intereses.
Es muy triste ver como en doce años, las carencias en infraestructuras siguen siendo las mismas y no se ha solucionado ninguno de los problemas de accesos, señalizaciones, aparcamientos, alojamientos, limpieza… Si damos un paseo alrededor de nuestra Basílica, esa de la que tanto presumimos los caravaqueños, comprobamos el lamentable abandono; casas en ruina, calles destrozadas por el paso de los años, mala señalización… Ese es nuestro Barrio Medieval, precioso, pero dejado completamente a su suerte. ¿Esto es lo que queremos que vean los turistas cuando vengan a visitarnos? Por no hablar del paraje natural de las Fuentes del Marqués: sucio, descuidado y convertido en un merendero, sin vigilancia alguna y con un Centro de Interpretación de la Naturaleza (Torreón de los Templarios), cerrado los días de más afluencia, porque sólo se abre para visitas concertadas.
Ahora afirma el PP que cuando termine el "Año Jubilar Teresiano" -que por cierto, no está obteniendo el rendimiento adecuado- continuarán las visitas al antiguo Convento de San José, sin ser de propiedad municipal y con una lamentable situación de deterioro. La empresa propietaria está obligada a cumplir el art. 8 de Ley 4/2007 de Patrimonio Cultural de la Región de Murcia, que obliga al propietario a facilitar la visita pública, al menos 4 días al mes, a este monumento declarado Bien de Interés Cultural en 2003. Pero no, es mejor dejarlo a su suerte y alardear de su reapertura, sin considerar el peligro para los visitantes.
Con respecto a los museos, es necesaria una actualización de los mismos para conseguir el máximo rendimiento, optimizando los recursos ya existentes.
Caravaca necesita un Plan Integral de Turismo que trabaje en coordinación con otras concejalías: Patrimonio, Urbanismo, Tráfico, Medio Ambiente… todas ellas deben estar implicadas en la gestión turística.
En cuanto a promoción turística, es importante determinar a qué público nos dirigimos. Debemos atraer a un turismo diverso, para ello es necesaria una gestión de excelencia turística, cuidando el detalle; en contacto directo con todos los agentes que, de manera directa o indirecta, intervienen en el sector turístico, así todos nos beneficiaremos del turismo y no sólo unos pocos, como viene siendo habitual. Esto generará beneficios que repercutirán en la mejora del mantenimiento de nuestros recursos turísticos y en el propio enriquecimiento de la población. El boca a boca es una buena publicidad, más efectiva y barata que la promoción en lugares lejanos (Brasil, Nueva York,…).
Por otro lado, hay que colaborar con el resto de municipios de la comarca, para incentivar el turismo y conseguir que los visitantes pernocten.
Caravaca es mucho más que su casco histórico, también hay que potenciar la Vía Verde, el turismo rural, el ecoturismo y el deportivo. Nuestras pedanías tienen también un gran valor: parajes preciosos, yacimientos arqueológicos únicos, como la Ermita de la Encarnación, el Cristo de Archivel o la Cabezuela de Barranda y los antiguos Molinos de Papel, dentro de nuestro casco urbano. No debemos olvidar la importancia de la Fiesta de las Cuadrillas de Barranda, declaradas de Interés Turístico Nacional, que cuentan con escaso apoyo institucional.
Tan sólo quiero hacer una reflexión final. ¿De verdad los caravaqueños nos merecemos que desde la Comunidad Autónoma nos ninguneen de la manera que lo están haciendo en los últimos 20 años? Esto tiene que terminar, y la única manera es luchando por los intereses de nuestra ciudad y de la comarca.
Despierta, es hora de cambiar.