Con la finalidad de mejorar la seguridad vial, la carretera RM-730 que une los municipios de Caravaca de la Cruz y Puebla de Don Fadrique va a contar con cerca de 16 kilómetros de huellas reductoras, que están siendo instaladas por la Consejería Fomento e Infraestructuras. Estas balizas están destinadas a alertar a los conductores de que su vehículo se está desviando de la trayectoria del carril.
El concejal de Obras y Urbanismo en el Ayuntamiento de Caravaca, Enrique Fuentes, y el director general de Carreteras, Francisco González, visitaron la vía donde se está colocando este sistema que contribuye a prevenir accidentes, ya que resulta muy útil en caso de despiste, al avisar por medio de vibración y sonido si el vehículo se encuentra saliéndose de la calzada, tanto por el exterior como por el interior.
Durante el encuentro mantenido con el director general de Carreteras, el concejal Enrique Fuentes recordó algunas de las reivindicaciones del Ayuntamiento de Caravaca en materia de infraestructuras, como la necesidad de acometer nuevas mejoras en las travesías de pedanías para incrementar la seguridad de los peatones y el proyecto de desdoblamiento de la entrada a Caravaca de la Cruz por la autovía del Noroeste.