Entre las medidas puestas en marcha se encuentra la creación de "grupos burbuja", lo que implica anular por completo interrelaciones entre niños de distintos grupos en aulas, patios y comedores
Otras acciones del protocolo son la toma de temperatura, la utilización de calzado exclusivo para el centro, la prohibición de entrada de los acompañantes al centro y el lavado obligatorio de manos, al menos, 4 veces durante la mañana, mediante control con fecha/hora/firma de la responsable
El centro de San Francisco cuenta con cuatro educadoras, tres de ellas tutoras, más una de apoyo y, además, se ha dotado de un conserje que desempeña funciones relativas al mantenimiento y control
Bajo un estricto plan de protección de la salud frente a la pandemia, la Guardería Municipal de San Francisco de Caravaca de la Cruz ha iniciado el curso, aplicando múltiples medidas para que este centro educativo de atención a la primera infancia sea un espacio preventivo ante el Covid-19 y contribuya a la conciliación de la vida laboral y familiar.
El concejal de Educación en el Consistorio caravaqueño, Pepe Fernández Tudela, y la directora del centro, Mari Toni Celdrán Álvarez, se han desplazado hasta la instalación municipal, donde han informado del plan de contingencia puesto en marcha esta semana con la entrada del primer alumnado. Un plan que atiende las recomendaciones recogidas en la Guía de Medidas de Prevención, Higiene y Promoción de la Salud, elaborada por la Comisión Mixta de la Consejería de Educación y Cultura y la de Salud de la Región de Murcia.
"Entre las diversas medidas adoptadas se encuentra la creación de los denominados "grupos burbuja" o estancos, lo que implica anular por completo interrelaciones entre niños de distintas aulas, para ello también se utiliza un patio de recreo para cada grupo y distintos comedores", ha expuesto Fernández Tudela, quien ha señalado también que se utiliza una puerta de entrada y otra de salida, sin que los madres, padres o acompañantes puedan acceder al interior de las instalaciones.
En cuanto a las medidas que se aplican al alumnado se encuentra la toma de temperatura en el acceso, la utilización de un calzado exclusivo para el centro y se incide de forma muy particular en la autoprotección con puntos de limpieza de manos en el acceso e interior de todas dependencias, tales como aulas, patio, aseos o comedor. "Procedemos al lavado obligatorio de manos al menos de 4 veces a lo largo de la mañana, mediante control con fecha, hora y firma de las responsables o tutoras", según ha detallado la directora de la Guardería Municipal.
Igualmente, se ha disminuido el número de aulas (bebés, un año y dos años) y, en más adelante, está prevista su posible ampliación en función de la demanda y de la evolución de la pandemia. El centro cuenta con cuatro educadoras, tres de ellas tutoras, más una de apoyo. Además, se ha dotado de un conserje que desempeña funciones relativas al mantenimiento y control.
Previamente a la apertura de la escuela infantil, se han limpiado y desinfectado en profundidad todas las estancias, así como el mobiliario y los materiales, retirando ciertos elementos de juego como peluches y objetos de difícil limpieza.
Dadas las características de los alumnos, cuya edad temprana hace complicado o desaconsejable el uso de mascarilla y el mantenimiento de la distancia física, se ha optado por reforzar de manera rigurosa las medidas de higiene y gestión para evitar la entrada o propagación del virus, velando por la seguridad de los más pequeños y los profesionales.
El funcionamiento de la Guardería Municipal de San Francisco - con las medidas extraordinarias que este curso escolar llevan aparejadas- se estudiará y se irá actualizando periódicamente, según las directrices establecidas por las autoridades competentes en función de la evolución de la pandemia y la demanda del servicio existente.