No, no se gana nada insultando; así lo pienso y en la medida en que las vísceras y la razón me lo permiten, muchas veces en abierto combate entrambas, así lo práctico.
El caso es que hay opiniones, recuerdo que siempre eso de opinar es lo más fácil, que resultan, a la par de insustanciales, de lo más provocativo que leerse pueda. En este mismo medio, y en otros, salió publicada la noticia del archivo judicial de la enésima causa seguida contra Domingo Aranda y algunos de sus concejales que formaban la Comisión de Gobierno Municipal en la corporación municipal anterior a la actual. Los "articulistas profesionales" lo han tratado como un supuesto error de la fiscalía por su "dejadez". Yo me pregunto, ¿Dejadez ahora de la justicia, o cuando lo admitieron a trámite?, ¿Nadie se plantea esta segunda posibilidad?
Lo cierto y verdad es que se ha tardado más de cuatro años en resolver todo un intrincado asunto de lo que se ha demostrado que eran calumnias y ofensas al honor personal, y como refería Cervantes al final de su conocido soneto estrambote "(...)y no hubo nada". Sí, no hubo nada, salvo el daño inferido a personas honestas. Extrañarnos, escandalizarnos a estas alturas con palabras que no comparto, aun teniendo visos de realidad, no deja de ser un ejercicio de un cierto cinismo de dudosa hombría de bien para quien lo practica, hay quien se queda con las formas intentando negar la mayor, que no es otra que la procedencia real y sanguinaria de Bildu y la sedición traicionera catalana.
Voy con hechos sustanciales. El pasado Jueves José Francisco García, candidato del PP a la Alcaldía de Caravaca, ha presentado en Archivel la lista de candidatos a pedáneos por su partido. Por cierto, fue el actual Alcalde, Don. José Moreno, quien propuso, eso sí en la campaña electoral anterior, que éstos, es decir los pedáneos, debieran ser por votación de los vecinos, después se olvidó de su propósito...Y no hubo nada. Pues bien, en ese acto le pedí al candidato del PP que me permitiera hacer uso de la palabra. No pretendo caer en el mitin fácil y demagógico al uso, y creo que no lo hice. Quise que mi intervención se convirtiera en un homenaje a Juan González, historia viva de Caravaca, que alguien reivindicará algún día, como hago yo aquí, y como he hecho esta noche en Archivel.
Juan González, a sus ochenta y dos años puede presentar un historial que tardará en igualarse, si es que se iguala. Veintiocho años de concejal, empezó con Pedro García Esteller, siguió, en la oposición con Pedro Pozo, siendo Alcalde Antonio García Martínez-Reina, y estuvo con Aranda en sus cuatro mandatos. ¡Ahí es nada! De todas maneras, lo importante de este buen hombre, servicial, amigo de los amigos, y, si cabe, condescendiente con los rivales, que enemigos no se le conocen, ha sido su trabajo. Hoy le decía que cada vez que paso por los caminos asfaltados de la huerta de Caravaca me acuerdo de él, más de ciento ochenta kilómetros de nuevos caminos cuentan en sus gestiones y haber; por cierto abandonados durante estos últimos cuatro años (creo que eran competencia del Sr. Fuentes). Hoy le decía que cada vez que abro los goteros de mi huerto en la Isla de Carles me acuerdo de él que luchó por los embalses que permiten un riego sin derrochar agua; aunque algunos mal llamados ecologistas se empeñen en metafísicas proposiciones, a través de consejos, asambleas de asambleas, o ridículas asociaciones de asociaciones, hasta el infinito y más allá.
Su labor en Archivel, como pedáneo y como concejal, dejará una huella indeleble cuando hayan pasado muchos años, jardines, parques, fuentes, piscina municipal, pabellón municipal...
¿ Alguién puede adivinar cuál fue la recompensa que obtuvo, o al menos el reconocimiento?, me imagino que sí. En su último servicio a su pueblo recibió una demanda penal, por supuesta prevaricación, que podía llevar dos años de cárcel, dineros en defensa pagados del bolsillo de cada uno de los imputados, y lo peor de todo una honestidad cuestionada y un profundo dolor en la familia y los amigos verdaderos. "Y no hubo más". Tanto dolor y tanto daño por lograr hacerse con un Ayuntamiento, donde no se ha hecho nada. ¡Hay que joderse!. Ni siquiera un perdón, más o menos sincero, ni una palabra; al contrario, ridículas "comisiones de investigación" una vez juzgadas las calumnias, que no fueron otra cosa, por si mantenían la ofensa; Sr. Alcalde, mire que lo tuvo fácil, no sé cuántas veces se lo dije y se lo dijeron otros, un "lo siento" público, y punto, no pedíamos más. Algún día, creo que próximo, se podrá realizar un acto de desagravio y agradecimiento a personas como Juan González, estoy seguro de ello. Y usted, con suerte para usted, quedará olvidado, incluida su desafortunada imagen con pancarta tipo escrache.
Cuando creo tener razón, no siempre, no soy hombre al que se amedrante a estas alturas de mi vida, y cuando veo y leo lo fácil que se escandalizan algunos con la verborrea típica de las elecciones,sólo si vienen de un lado, procedo a contar cosas esenciales y con sustancia, cosas que afectan realmente a las personas.
No, no me gustan las ofensas personales, pero me gustan mucho menos los linchamientos personales. Somos, como decía Gabriel Celaya, bárbaros sencillos, somos a muerte lo ibero (…), no se olvide...
Por cierto, y termino, ahora que soy candidato, espero que otros candidatos no tengan inconveniente en debatir y contestarme de una vez, estando, como estamos, en igualdad de condiciones y propósitos, aunque no de valores. Si están muy ocupados, no se preocupen, se lo recordaré.