Ya estamos en unas fechas en las cuales se puede hacer balance de lo acontecido, si tuviéramos que definir con una palabra lo que está representando el Año Santo Jubilar para nuestra ciudad esta seria: fiasco.
Y creo que no exageramos al definir como fiasco todas las esperanzas depositadas en este evento de carácter mundial que por suerte celebramos en Caravaca cada siete años, es como una olimpiada de la cristiandad con fecha puesta.
Hosteleros, comerciantes, turistas, los propios vecinos de Caravaca, todos y cada uno de ellos son el barómetro más importante a la hora de medir el grado de aceptación y rentabilidad de este Año Santo caravaqueño.
Si preguntamos a cualquiera de ellos, lo más probable es que de sus labios salga un desaliento común, e incluso como un barista de la localidad me comentaba esta misma mañana “estoy deseando que pase este Año Santo”, ha sido todo un engaño propagandístico.
La repercusión económica es prácticamente nula e inexistente, la ciudad apenas si ha notado algo el acontecimiento religioso-cultural-turístico, pero puedo ir más lejos aun, ahora es cuando estamos todos, visitantes y ciudadanos de Caravaca notando en demasía la grave falta de infraestructuras tan prometidas una y otra vez por el equipo de gobierno popular.
Sí que es cierto que estamos favoreciendo indirectamente a la economía de otras poblaciones como Lorca, con una buena estructura hotelera y que se está abasteciendo de clientes que tienen como destino la Ciudad de la Cruz en su Año Santo, dato este que nos preocupa pues mientras otras ciudades de la Región están haciendo su “agosto” con el Año Jubilar, la propia Caravaca esta huérfana de turismo de calidad y de estancias que hagan que el turista pernocte y consuma en nuestro pueblo.
Esto es algo que desde UPyD hace tiempo avisamos, no hemos sido capaces de prepararnos para este evento, a pesar de haber tenido por delante unos años muy buenos en lo económico para haber acometido infraestructuras necesarias para ello.
Creemos que una buena política turística es cada vez más necesaria, pues el tiempo corre a nuestro favor, y un cambio de rumbo en estos momentos sería la mejor forma de asentar el proyecto turístico de futuro para Caravaca de la Cruz.
De momento nos conformaremos con ver pasar a los turistas a la carrera por las calles del casco antiguo o las avionetas con los peregrinicos, alguna que otra feria, cientos de folletos y algún anuncio en cines de Alicante.