La Consejería de Cultura y Turismo y el Ayuntamiento de Caravaca han presentado hoy la candidatura de los Caballos del Vino a Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en el marco de la reunión anual del Consejo Nacional de Patrimonio Histórico que se está celebrado en Burgos. Hasta dicha ciudad se ha trasladado el concejal de Turismo y Festejos, junto al presidente y componentes de la junta directiva del Bando de los Caballos del Vino, con el objetivo de promocionar y defender ante los miembros del Consejo la fiesta como merecedora de esta declaración.
El consejo, compuesto por representantes de la Administración del Estado y consejeros de Cultura de las comunidades autónomas, ha escuchado la presentación de la candidatura, que ha corrido a cargo del concejal de Turismo, Gonzalo López-Auguy, y archivero municipal, Francisco Fernández, quienes han expuesto aspectos relacionados con los orígenes y evolución de los Caballos del Vino. Tras la exposición se ha proyectado un reportaje audiovisual mostrando los aspectos característicos de la fiesta. Posteriormente, la presidenta de Consejo de Patrimonio ha felicitado a Caravaca, anunciado su intención de visitar la ciudad para conocer el festejo en primera persona.
El concejal de Turismo se ha mostrado muy satisfecho con los resultados de la exposición, en la que se han resaltado "las raíces históricas y su carácter insólito, popular, participativo". Gonzalo López-Auguy ha destacado que "desde el Ayuntamiento de Caravaca y la comisión de trabajo constituida para luchar por la candidatura consideramos que se cumplen los requisitos solicitados al tratarse de una manifestación antropológica única en el mundo, mantenida a lo largo de los siglos con pequeñas variaciones que no alteran su esencia y que ha sido transmitida de generación en generación sin normas escritas y con un carácter popular que debe de preservarse con la mayor integridad posible".
Aunque su nacimiento es anterior, la existencia de los Caballos del Vino está documentalmente comprobada desde hace tres siglos, confluyendo en este festejo una serie de elementos sociales, culturales, históricos, religiosos y tradicionales que superan el simple evento festivo y lo convierten en una manifestación antropológica reconocida como única en el mundo. A lo largo de su dilatada historia, han sufrido diversas vicisitudes, pero el festejo ha sabido subsistir a todas ellas adaptándose a las circunstancias y ha crecido introduciendo elementos nuevos al tiempo que ha mantenido toda su pureza e integridad.
La Convención para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial señala que el "patrimonio cultural inmaterial comprende tradiciones orales, artes del espectáculo, usos sociales, rituales, actos festivos, conocimientos y practicas relativos a la naturaleza y el universo, y saberes y técnicas vinculados a la artesanía".