Felipe Chacón Andreu, alumno de las Escuela Deportiva Municipal de Baloncesto y componente del Club Baloncesto Caravaca, ha recibido la beca "HighSchool" para continuar sus estudios y jugar en un equipo universitario de Atlanta, en el estado de Georgia (Estados Unidos).
El caravaqueño, de 17 años de edad, ha sido alumno destacado de la Escuela Municipal de Baloncesto, en las distintas categorías que imparte la Concejalía de Deportes del Ayuntamiento de Caravaca de la Cruz, y miembro del Club Baloncesto Caravaca. El "Campus de Baloncesto Rafael Jofresa", dirigido por Nicolás Justicia en Logroño, en el que participaron jóvenes promesas de todo el panorama nacional, le ha servido de escaparate para alcanzar la beca en Atlanta.
Desde la Concejalía de Deportes destacan que este joven representa el espíritu de superación y es un ejemplo para los cientos de alumnos de las escuelas deportivas municipales, además de una motivación para continuar con la labor formativa de las bases.
En este sentido, el concejal de Deportes, Antonio Donate, ha querido destacar su implicación con los más pequeños de la Escuela Municipal de Baloncesto. "En las dos últimas campañas, su colaboración como ayudante en distintos equipos ha sido digna de valorar, junto a este importante premio a su esfuerzo como jugador, servirá de imagen y reflejo para las nuevas generaciones, que serán el futuro del baloncesto en Caravaca", ha manifestado Donate.
A pesar de competir con su equipo en categorías por encima de su edad, la espina de quedarse a las puertas de la Selección Regional, tanto en su etapa Alevín como en la Infantil, al ser catalogado como un jugador de baja estatura, no supuso una frustración, sino al contrario, le sirvió de motivación para trabajar más, si cabe, y explotar más todas sus virtudes. De esta manera, dicho trabajo trajo sus frutos y consiguió participar en el Campeonato de España de Selecciones Autonómicas en Cáceres en 2014.
Felipe Chacón comenzó a vibrar con el baloncesto, a partir del título de Campeón del Mundo conseguido por la Selección Española en el Mundial de Japón, en 2006. Desde aquel momento, el trabajo y la capacidad de sacrificio, de alegría y vistosidad en su juego ha sido una constante en todas las categorías del baloncesto caravaqueño.