Más de un millar de personas disfrutaron con El Réquiem de Mozart en la iglesia de El Salvador de Caravaca de la Cruz. El concierto fue ofrecido por la Orquesta Sinfónica de Jumilla, según informan desde este colectivo.
El público aplaudió durante varios minutos a la Orquesta Sinfónica de Jumilla y a la Coral Discantes, así como a sus directores, Nicolás Gálvez y Ángel Luis Carrillo, protagonistas de este concierto.
El interior del templo caravaqueño de El Salvador acogió en la noche del pasado lunes el segundo concierto del ciclo organizado por la Fundación Cajamurcia con motivo del Año Santo de la Vera Cruz. Más de un millar de personas disfrutaron con la interpretación del Réquiem de Mozart que estuvo a cargo de la Orquesta Sinfónica Jumilla, bajo la batuta de Nicolás Gálvez; los solistas Carmen Isabel Lozano (soprano), Inés Olabarría (mezzosoprano), Francisco Sánchez García (tenor), Juan Antonio García (bajo); y la Coral Discantus, dirigida por Ángel Luis Carrillo.
Al finalizar el concierto el público, puesto en pie, aplaudió hasta hacer salir en varias ocasiones al director y a los cuatro solistas. Ante la respuesta del público, fuera de programa volvieron a interpretar una de las piezas del Réquiem. Esta obra de Mozart es una de las grandes obras de la música sinfónico-coral, tanto por su calidad artística como por el halo de misterio, misticismo y múltiples leyendas que surgieron desde su creación, que la ayudaron a convertirse en uno de los grandes éxitos póstumos del autor.