El director general de Patrimonio Natural y Biodiversidad, Pablo Fernández; el alcalde de Caravaca de la Cruz, Domingo Aranda, y el responsable de Relaciones Institucionales de ‘La Caixa’, José Antonio Meseguer, visitaron hoy el canapé del Castillo de Caravaca para comprobar el resultado de las obras de restauración llevadas a cabo por la Consejería de Agricultura y Agua, que han supuesto una inversión de 231.000 euros, y han sido financiadas por la Obra Social de la mencionada entidad.
“Se trata de una obra con la que hemos descubierto nuevas rutas y espacios en el entorno emblemático del Castillo de Caravaca”, ha destacado Aranda, quien ha agradecido el apoyo de La Caixa y de la Dirección General del Medio Natural. Pablo Fernández destacó que “el paisaje que sustenta el castillo y sus laderas es un sello de identidad de Caravaca de la Cruz, lugar que ostenta el título de Año Jubilar a Perpetuidad y a donde llegan miles de peregrinos”. Por tal motivo señaló “la importancia y la necesidad de los trabajos de restauración realizados”.
La zona de actuación presentaba fuertes pendientes con graves problemas de erosión que provocaban desprendimientos de rocas. En primer lugar se realizó la limpieza de basuras y escombros en las laderas del castillo, así como el desbroce y la eliminación de especies invasoras en una superficie de 15.000 metros cuadrados. A continuación se realizó la restauración vegetal de las laderas con especies autóctonas y la instalación de una red de riego para asegurar la supervivencia de las plantas.
Para proteger las laderas de la erosión se construyó un muro de gavión y se colocaron mallas de sujeción para evitar deslizamientos de tierras sobre las viviendas existentes aguas abajo. También se llevaron a cabo actuaciones para la mejora del uso público, tales como la construcción de un mirador con baranda de madera en la base del castillo, una senda peatonal apoyada en muros de mampostería y con baranda de protección en la ladera, una senda-escalinata que comunica con el casco antiguo de la población, así como la colocación de señales. Igualmente se efectuó la limpieza y adecuación de las Cuevas-Osario existentes en la ladera, así como la protección de las mismas mediante enrejillado.
El director general apuntó que la realización de estos trabajos ha contado con la supervisión de una arqueóloga, “ya que dicha zona está catalogada como Bien de Interés Cultural”. Destacó asimismo la mejora del entorno de extramuros de la basílica-santuario, donde “se ha fomentado la autoprotección de la masa forestal, mejorando su estructura, lo que repercutirá en la disminución del riesgo de incendio en este paraje de gran valor cultural, social y medioambiental”.