Miles de caravaqueños han acompañado esta tarde a la Santísima y Vera Cruz de regreso a la Basílica-Santuario. La nueva custodia procesional ha lucido de nuevo en las calles de Caravaca de la Cruz tras su estreno el 3 de mayo.
La procesión final partió desde la parroquia de El Salvador a las seis de la tarde. La imagen de Santa Elena abrió la procesión, que contó un año más y como viene siendo habitual con la representación de los distintos grupos cristianos y kábilas moras que integran los Bandos Moro y Cristiano. También un representante de cada peña caballista portaba su correspondiente banderín.
Con velas en las manos y un sabor agridulce los caravaqueños han puesto punto y final a cinco intensos días de fiesta en honor a la Patrona de la ciudad. Una vez en el interior del Castillo tenía lugar la Bendición de la Ciudad y los Campos.
Esta mañana, la Vera Cruz visitaba de nuevo a los enfermos e impedidos en sus hogares, repitiéndose emocionantes instantáneas de fervor y amor por la Vera Cruz. Durante su recorrido, la Santísima y Vera Cruz visitaba el Monasterio de Nuestra Señora del Carmen, donde ha sido recibida por la comunidad de Religiosos Carmelitas.
La gran despedida de fiestas tendrá lugar esta noche a las doce con una espectacular tronería de color y el tradicional trueno gordo.