Las agresiones medioambientales que ha sufrido el Río Quipar y su entorno a su paso por la finca conocida como el estrecho de la Encarnación, han sido casi una constante en los últimos 30 años. La actuación más grave de todas se produjo a mediados de los 80, cuando los entonces propietarios, antes de vender la finca, cortaron todos los árboles no solo de su propiedad, también los pertenecientes a la ladera del Río, eliminando una importantísima masa vegetal entre la que se encontraban robles centenarios, para vender la leña.
Esto no termina, recientemente hemos observado que están vallando una parte de lo que era esta finca, sobre todo la de mayor valor forestal, situada desde el margen derecho del Río Quipar hasta la Sierra de las Cabras y las proximidades del cerro de la Ermita por un lado y por otro casi al término de Cehegín. Esta finca pertenece al propietario de la Casa Vargas, ocupa la mayor parte del polígono 27 del catastro, estando clasificada en el Plan General como no urbanizable de protección ambiental. Al parecer el objetivo es para dedicarlo a cría para coto de caza mayor, aunque la valla utilizada parece no cumplir las características del vallado cinegético.
Lo grave de todo esto es que las obras de vallado se están ejecutando sin los oportunos permisos. Salvo que se paralicen, van a quedar dentro del vallado y sin posibilidad de acceso, una parte importante del Sitio Histórico declarado BIC del Estrecho de la Encarnación. Concretamente los yacimientos de la Cueva Negra y de los Villares, así como la Cueva del Rey Moro.
También quedarán cortados una serie de caminos de toda la vida que tal vez se deberían preservar como públicos para acceder al Río y Sierra de las Cabras. De lo contrario será imposible cualquier tipo de labor forestal, actividades de senderismo, etc., como puede ser para la carrera del Marathon Alpino Al-mudayna, que todos los años discurre en parte por esta zona.
Parece evidente además que el vallado puede afectar a varias zonas de dominio público hidráulico del cauce y ribera del río Quipar, también declarado LIC, así como también afectará a alguna de sus ramblas más importantes.
Por esta razón, desde el Ayuntamiento se deben adoptar las medidas oportunas, empezando por paralizar cualquier actuación sin licencia. En este sentido, hemos presentado escrito al Ayuntamiento para que a su vez se de traslado a los organismos afectados.
Finalmente, según ha manifestado Alfonso Sánchez, "le pedimos a la Concejala de Medio Ambiente que se interese personalmente por lo que está pasando con los vallados en esta zona. Al mismo tiempo, le pedimos de paso que también se interese por los resultados de las labores de restauración ambiental de este tramo del Río Quipar, que se están realizando dentro del proyecto Robinwood. Le sugerimos que se fije en los destrozos que las operaciones de desbroce de este proyecto han causado sobre varios olmos jóvenes frente a la Cueva del Rey Moro y que en su caso sugiera al técnico director de este proyecto que se proceda con mayor esmero y a ser posible manualmente en las zonas mas delicadas, evitando el uso de maquinaria pesada".