La caprichosa fortuna que a veces tanto cuenta en el fútbol, volvió a dejar al AD Caravaca sin sumar sus primeros puntos en esta recién estrenada categoría. Y no será por no intentarlo, porque en el partido del domingo, frente a un gallito como el Mar Menor, que ya jugó playoff de ascenso la temporada pasada, volvieron a estar muy cerca los hombres de Oyonarte de conseguir la machada y arañar algo positivo.
En los primeros compases, el equipo costero, mucho más experimentado encontró su sitio sobre el terreno de juego, y a pesar de no llegar con peligro a las inmediaciones de Sito, si tenían el control del juego y se mostraban más cómodos en el partido.
Mucho más, cuando en el único disparo a portería del Mar Menor en todo el partido, tras un saque de banda, Emilio Rodríguez conectaba un disparo que repelía el larguero de la portería caravaqueña. Eric, el más listo, muy atento al rechace consiguió en semifallo introducir el balón en la portería blanca, poniendo a su equipo por delante con una jugada que surgió prácticamente de la nada. Los locales lo intentaron con más corazón que ideas hasta el final de la primera parte, en un querer y no poder que hizo que los primeros 45 minutos transcurrieran sin ocasiones en ninguna de las dos áreas.
Pero el descanso vino bien a los de la ciudad de la Cruz, que se reestructuraron y subieron la intensidad de su juego. Adelantaron líneas, empezaron a ganar el centro del campo, y ese dominio se materializó en llegadas peligrosas al área visitante que veía peligrar su posición de privilegio en el electrónico.
Los de Gabi Correa, mantenían el tipo, con muchas dificultades, frenando las acometidas de la delantera local e intentando salir a la contra, pero este segundo período, se jugó prácticamente en el campo del Mar Menor. Tuvo que llegar el minuto 70, para que tras un saque de banda al área, el balón tocara claramente en la mano de un defensor, y el árbitro señalase el correspondiente penalti. Alfonso, experto en estas acciones, no tuvo el santo de cara, y el balón se marchó al palo malogrando así la merecida opción de conseguir el empate para el Caravaca. Lejos de venirse abajo, los locales dieron un paso al frente más, y en los últimos quince minutos, primero Poveda al rematar un córner, y luego Alex en un remate raso al primer palo, pudieron de nuevo empatar el partido.
Sería de nuevo Alfonso, el que después de una gran jugada, se viese de nuevo cara a cara con el cancerbero Miguel Serna, que acertaba una vez más, desviando un balón que ya se cantaba como gol en las gradas. Aún tuvo tiempo la parroquia local, de reclamar un nuevo penalti, más claro aún que la señalada, pero el colegiado de turno ya no estaba por la labor.
Al final, tres puntos y gracias para el Mar Menor, y el Caravaca de nuevo se quedó sin premio después de trabajar muchísimo y merecer como mínimo, conseguir sus primeros puntos de la temporada, que no tardaran en llegar si el equipo sigue trabajando con esa ilusión e intensidad.