Contar con una herramienta informativa para conservar el casco histórico de la ciudad, con unos criterios armónicos y unificados, ha sido uno de los objetivos fundamentales del proyecto "Mapas de Calidad", ejecutado con un presupuesto total de 66.450 euros, de los cuales 54.920 euros pertenecen a los fondos europeos del programa "Leader" y el resto ha sido aportado por el Ayuntamiento.
Las conclusiones de este proyecto pionero fueron expuestas por el director del mismo, José Joaquín Pascual, acompañado por el concejal de Urbanismo y Obras, Enrique Fuentes. "Es un estudio que dota de información para la toma de decisiones tanto a los ciudadanos como a las administraciones", destacó el edil durante la presentación celebrada en la Casa de la Cultura.
Por su parte, el arquitecto José Joaquín Pascual puso de relieve el carácter didáctico y pedagógico de esta iniciativa, ya que "también nos sirve para reflexionar sobre la estética urbana y valorar las consecuencias que tienen nuestros actos".
El trabajo ha sido desarrollado por un arquitecto coordinador, cinco delineantes, un técnico en Imagen y Sonido y un administrativo, que han determinado en los últimos meses los tipos de perfiles de residentes en el casco antiguo, los equipamientos, las zonas verdes o de aparcamiento, así como los elementos distorsionantes y los valores son necesarios preservar con el paso del tiempo.
En cuanto a los elementos que actualmente degradan la percepción estética hay que citar la presencia de instalaciones con cableado en fachadas, antenas, daños en cubiertas, falta de mantenimiento en revestimientos de fachadas, barreras físicas, etcétera. En cuanto a los elementos positivos a conservar, destacan las rejerías, cornisas, escudos heráldicos y carpinterías, entre otros.
El proyecto ha generado información gráfica y una completa base datos, junto a una encuesta sociológica y un video divulgativo. Todo ello orientado a la imprescindible unificación de criterios en cuanto a los tratamientos de fachadas y pavimentos, de manera que las futuras actuaciones en el casco histórico-artístico generen un conjunto urbano coherente, incrementando así el bienestar de sus vecinos y potenciando su atractivo turístico.