El salto cualitativo y cuantitativo que las infraestructuras de transporte han experimentado en España en los últimos 40 años es, posiblemente, uno de los signos más visibles del avance y del progreso que ha vivido nuestro país a raíz de aquel consenso llamado Transición y del nuevo modelo político y territorial surgido de él, un periodo que ahora se ataca y minusvalora desde determinados sectores con demasiada frivolidad.
En Caravaca y en el resto de la comarca del Noroeste de la Región de Murcia sabemos bien lo que supone en la mejora de la calidad de vida contar con buenas comunicaciones. Quienes aún recordamos, porque lo vivimos, lo que significaba trasladarse a la capital murciana antes de la existencia de la autovía tenemos la clara percepción de que esta infraestructura es y será durante muchos años una de las mejores cosas que se han podido hacer en nuestra tierra, que salió de un inveterado aislamiento gracias a ella.
Las comunicaciones conectan territorios y personas, y, por lo tanto, acercan ideas, relaciones sociales y económicas. Traen, en definitiva, progreso y bienestar. Tras unos años de sequía presupuestaria a causa de la grave crisis se perciben claros síntomas de recuperación en la obra pública, un ánimo de retomar grandes apuestas que continúen impulsando el avance y la cohesión de los territorios.
Con el reciente anuncio por parte de la Consejería de Fomento de aprobar el trazado de la futura autovía Venta de Cavila-Caravaca, se atiende una larga demanda de empresarios de la zona y también de muchos vecinos, que vienen reclamando que la Autovía del Noroeste culminara en este polígono industrial cada vez más vigoroso y que aglutina a la mayor parte de las empresas y a la vez dar servicio a otros desarrollos industriales como el de Las Minas.
Esta noticia se suma a la decisión del Gobierno regional de impulsar la futura Autovía del Norte que unirá Caravaca desde el polígono de Cavila con la Venta del Olivo. Hace menos de un año, desde el Partido Popular de Caravaca nos lanzamos a reivindicar la necesidad de que esta autovía sea una realidad, pues es verdaderamente un eje fundamental de desarrollo social y económico, que mejorará las comunicaciones entre Andalucía, Levante y el centro de la península. Todos sabemos lo que supondría ir desde Caravaca hasta Madrid o Valencia por autovía, las oportunidades de mejora económica que esto supondría.
En aquellos territorios donde ha gobernado el Partido Popular en las últimas décadas, las comunicaciones han experimentado un gran desarrollo. Es un dato objetivo. Sólo hay que viajar por España para comprobarlo. Esta mejora de la red viaria ha originado siempre un crecimiento económico y una reducción en la siniestralidad, como los que supuso en el Noroeste la autovía que disfrutamos desde hace casi 20 años o, más recientemente, la variante de Barranda, otro ejemplo de esta política eficaz y responsable.