Al acto han asistido los diputados Consa Martínez Muñoz, Antonio José Espín y Fernando Moreno García que han depositado rosas en la tapia donde aún se pueden ver las marcas del fusilamiento.
En el día en el que se han exhumado los restos del dictador de un mausoleo público, un grupo de miembros y simpatizantes del PSOE de Caravaca han realizado un sencillo y emotivo homenaje a todos los caídos durante el régimen de Franco. Este acto supone la culminación a un largo y necesario proceso necesario para cerrar la herida que la democracia española tenía para con todos los damnificados de la dictadura franquista.
El paraje elegido para el emotivo acto no ha sido casual. En Caravaca se encuentra uno de los siete lugares de Memoria Histórica de la Región de Murcia, el lugar represivo por excelencia del noroeste murciano, símbolo de la represión y venganza franquista. En la noche del 1 al 2 de octubre de 1936, milicias republicanas fusilaban a once caravaqueños en la explanada de la Basílica-Santuario. Pasada la guerra, el actual cementerio municipal fue macabramente inaugurado con el fusilamiento, el 21 de octubre de 1939, de 36 varones en su inmensa mayoría de Caravaca que fueron enterrados en la parte que estaba destinada a cementerio civil.
Diferentes espacios y lugares de la Región de Murcia de gran simbolismo y significación para los y las que sufrieron la violencia y represión durante la Guerra Civil y la dictadura franquista. Además de la Prisión del partido en Caravaca, en la lista se encuentran la plaza de toros de Lorca o el Pantano del Cenajo. Sitios históricos a conquistar para el fomento de la memoria democrática y la eliminación de heridas que, tras mucho tiempo, aún siguen sin cicatrizar por la clara pervivencia del franquismo sociológico.
El PSOE ha acabado con esta vergüenza tras más de cuarenta años, una acción que cierra la Transición y nos permite mirar al futuro al tiempo que demuestra, una vez más, que Pedro Sánchez ha mantenido su palabra, y el dictador ha salido del Valle de los Caídos.