El alcalde de Caravaca de la Cruz, José Francisco García; el prior de los Carmelitas Descalzos, fray Pascual Gil, y el director de la galería de arte T20, Nacho Ruiz, han presentado la restauración de un cuadro de principios del siglo XIX, propiedad de la Orden del Carmen, que representa a San Juan de la Cruz en oración.
La pintura, que forma parte del convento de Caravaca, ha sido intervenida gracias a la colaboración del empresario caravaqueño Antonio Martínez Robles, para quien el alcalde ha tenido palabras de agradecimiento, reconociendo la labor de mecenazgo que contribuye a recuperar el patrimonio histórico artístico de la ciudad. "Antonio también ha colaborado no solo con esta actuación sino recientemente con los trabajos arqueológicos en los resto del molino romano hallado en la carretera de Granada", ha destacado.
Además, José Francisco García ha destacado la labor de dinamización cultural de Nacho Ruiz con la organización de grandes exposiciones y otras iniciativas, como la dirección de la exposición permanente de las tablas de Hernando de Llanos del Museo de Arte Sacro de la Vera Cruz, cuyas vitrinas patrocinó la Fundación Camino de la Cruz.
Nacho Ruiz ha explicado que la actuación sobre la pintura surgió a raíz de la exposición 'Místicos', dedicada a las figuras de San Juan de la Cruz y de Santa Teresa de Jesús y su vinculación con Caravaca. El experto en arte ha explicado que la eliminación de barnices y óxidos, la limpieza, la reintegración y el arreglo de roturas del lienzo han sido labores del proceso de recuperación del cuadro.
En la obra aparece la figura del fraile santo y fundador de la rama masculina del Carmelo Descalzo, ante la imagen de un Nazareno con la cruz a cuestas que fue una visión que tuvo, y aparecen elementos propios de la iconografía mística como la calavera o los libros de este eminente escritor y doctor de la Iglesia.
El prior de los Carmelitas de Caravaca ha recordado que este cuadro es uno de los elementos más destacados del patrimonio artístico del convento, sobre todo desde el punto de vista sentimental e histórico, puesto que San Juan de la Cruz fue el fundador del cenobio caravaqueño en diciembre de 1586, y hasta Caravaca viajó en varias ocasiones el fraile.