Principales consecuencias, el incremento de la contaminación por Nitratos que está en clara consonancia con la notable ampliación de las superficies transformadas a regadío a intensivo.
El Noroeste de la Región de Murcia se ha convertido así en el nuevo Campo de Cartagena, con epicentro en Caravaca, donde campa sin control el agropoder en busca de sus aguas subterráneas, más aún en el actual escenario de sequía, y con las mismas prácticas perniciosas que provocaron el colapso de la laguna salada.
Caravaca de la Cruz. 05-01-2024. Revisada la información de la Consejería de Agricultura de la CARM, que suponemos nos ofrece el mejor dato disponible, hemos analizado la evolución del regadío en la última década, de 2011 a 2021:
lama poderosamente la atención el gran incremento de las superficies dedicadas a Hortalizas, incluido tubérculos de consumo (patatas).
estaca sobre todo el cultivo de Bróculi y Lechugas, que representan aprox. un 70% del total, como las principales hortícolas que están dominando, en las grandes transformaciones, nuestro paisaje rural.
Así, en 2011, en Caravaca teníamos unas 1.200 Ha que han pasado a unas 2.120 Ha en 2021, lo que supone, con cerca de 1.000 Ha más, un aumento de casi el 80%.
Por otro lado, tomando todas las superficies dedicadas a hortícolas en el resto del Noroeste, Bullas, Cehegín, Moratalla y Calasparra, la suma de los otros cuatro municipios queda claramente por debajo de Caravaca, tanto en términos absolutos, como en incremento porcentual, pasando de 990 Ha en 2011 a unas 1.340 Ha en 2021, lo que supone el aumento de un 35%.
Hemos de significar que en la Comarca del Río Mula, el peso del sector hortícola no ha venido siendo importante, por lo que, si la agregáramos a esos cuatro municipios, pasaríamos a un aumento del 40% de 2011 a 2021, es decir, la mitad de la transformación a regadío dedicado hortalizas que se ha producido solo en Caravaca.
Evidentemente, la inmensa mayoría de estas superficies dedicadas a hortícolas son transformaciones a regadío en intensivo (con sistema de riego localizado o por goteo). Una parte importante se viene realizando sobre antiguos secanos que han sufrido la transformación de grandes extensiones, de modo irregular o ilegal, a través del bombeo de aguas subterráneas, más allá de los volúmenes y superficies que en el mejor de los casos les podía corresponder. Otra parte, absorbiendo regadíos tradicionales, que prácticamente han desaparecido, por su transformación a intensivo o por su abandono a la espera de que una gran empresa o fondo de inversión hortícola llame a la puerta.
En este sentido, ARECA (Agrupación de Comunidades de Regantes de Caravaca), ya denunció, por irregular o ilegal, más de 1.500 Ha de nuevos regadíos en Caravaca. Primero, por medio de un estudio que encargó en 2007, que ponía de manifiesto las inscripciones de concesiones irregulares por parte de la CHS, de cerca de 1.000 Ha, en contra de la Ley de Aguas. Y con posterioridad, solo entre 2014 y 2018, más de 500 Ha se han transformado de secano a regadío en Caravaca de modo ilegal, y sin control por parte del organismo de Cuenca y del resto de administraciones.
El cultivo de Brócoli y/o lechuga puede llegar a consumir unos 4.000 m3/Ha por cada ciclo. En nuestra zona, y merced a las cada vez más elevadas temperaturas y la adaptación de las variedades, las grandes empresas hortícolas pueden cumplir con dos e incluso tres ciclos en la misma superficie. Por tanto, se puede llegar a una demanda de 12.000 m3/Ha y año, que podría hasta triplicar el volumen máx. concedido, demanda que lleva además a un sobreabonado que al final termina infiltrando el exceso al acuífero. En este sentido, nos hemos centrado en el sector hortícola intensivo por cuanto genera enorme demanda de agua y aportación de fertilizantes.
El gran problema es que la afección a las aguas subterráneas (fuentes y manantiales), así como a nuestros ríos (Quípar y Argos) es cada vez mayor, lo que se traduce en un claro aumento de la contaminación por nitratos y en mermas de los caudales tradicionales, así como en graves alteraciones del relieve y del paisaje, ante la pasividad de todas las administraciones.
Y al final este proceso también puede poner en riesgo la calidad del agua de abastecimiento de las pedanías de Caravaca que procede de los mismos acuíferos.
Si analizamos el gráfico resumen de la campaña de la Red Ciudadana de Vigilancia de la contaminación por nitratos 2023, en la que el Consejo para la Defensa del Noroeste colabora con Greenpeace, vemos que, de los 34 puntos muestreados, en fuentes y Ríos Quípar y Argos, donde 24 de los cuales son de Caravaca, casi el 80% están contaminados o en algún caso muy contaminados, tras una evolución al alza que se ha producido sobre todo a partir de 2015:
El grado de contaminación por Nitratos está en clara consonancia con la notable evolución al alza de las superficies transformadas regadío a intensivo.
Mientras tanto, seguimos a la espera de la aprobación de los Planes de Actuación para las nuevas Zonas Vulnerables a la Contaminación por Nitratos, como es la de Caravaca, Bajo Quípar y Bullas, por parte de la Consejería de Agricultura, que tenían que estar aprobados (son de obligado cumplimiento) desde 2021.
Como conclusión: Podemos constatar, cada vez con más evidencia, que amplias zonas del Noroeste de la Región de Murcia se han convertido en el nuevo Campo de Cartagena, donde campa sin control el agropoder en busca de sus aguas subterráneas, más aún en el actual escenario de sequía, y con las mismas prácticas perniciosas que provocaron el colapso de la laguna salada.